Rauber, Isabel (2021); Marta Harnecker. Vida y pensamiento, Centro de Investigación y Promoción Social (CIPROS), Santo Domingo.
Hacia 2021, a dos años de la sensible pérdida de Marta Harnecker, surge el libro producido por Isabel Rauber: «Marta Harnecker. Vida y pensamiento«.
Escrito a manera de entrevista, el libro recorre la vida de Harnecker, el desarrollo de su formación ideológica y política, así como el trabajo aplicado de este proceso en la divulgación de las herramientas teórico metodológicas para comprender y transformar América Latina. Trata del proceso de constitución de una pedagogía crítica popular.
Compartimos a continuación un extracto del libro de Rauber (2021, pp. 137-140) sobre la situación de la producción del clásico libro de Harnecker: «Los conceptos elementales del materialismo histórico» (1969):
La conversación con Masperó
—Antes del acuerdo con Maspero, trabajaba en una librería del barrio Latino vendiendo tarjetas postales artísticas. Con eso yo me ganaba la vida. Y así fue hasta el último año en que Adolfo Orive Bellinger, un economista mexicano que estudiaba en París y era militante de la izquierda mexicana, nos involucró en el proyecto de formación políti- ca para latinoamericanos. Una escuelita de cuadros que se formó allá para unos 14 o 15 militantes de Brasil, México, Chile, Haití.
Yo pensaba volver a Chile en el 67, pero Orive –que provenía de una familia mexicana muy rica y tenía bastante dinero como para pagar a los profesores del curso-, me pidió que me quedara un año más como profesora en ese curso y me pagó las clases, claro.
—¿Cuál era el tema que impartiste?
—Materialismo histórico con enfoque althusseriano; otros daban otras materias, claro.
—¿Y qué pasó con Maspero y el acuerdo que tenían?
—El tema es que con la enfermedad de Althusser el libro que él estaba haciendo y del cual yo participaba, quedó en el aire, suspendido. En- tonces fui a ver a Masperó y le dije: Mira, tú me estás pagando pero no estoy trabajando en eso. Le expuse mi decisión de devolverle el dinero que había recibido de él para el proyecto de libro de Althusser. Él se mostró muy asombrado, nadie jamás le había devuelto un dinero por un trabajo relacionado con la editorial. No quería aceptarlo.
Para el curso con latinoamericanos yo había preparado unas notas tratando de explicar en forma más sencilla la interpretación althusse- riana del marxismo en lo referido al materialismo histórico. Entonces, la alternativa que le presenté a Maspero fue la de transformar esas notas en un pequeño manual sobre materialismo histórico. Le ofrecí además un segundo libro sobre el materialismo dialéctico y otro sobre conceptos políticos.
Maspero se entusiasmó con la idea y me dijo que sí. Entonces, en lugar de devolverle la plata, quedamos en que ese dinero lo empleara en preparar esos textos.
Disgusto con Althusser
—Cuando Althusser se recuperó y conoció mi trabajo y el acuerdo que había hecho con Maspero, sin hablar conmigo le dijo a Maspero que ese libro del materialismo histórico no se podía publicar. Porque contenía ideas que él todavía no había publicado, que eran materiales para el libro que estábamos preparando junto con Balibar a los cuales yo había podido acceder por estar trabajando con él en ese proyecto del libro y que, por lo tanto, en Francia no se debía publicar mi libro sino hasta después que se publicaran estos trabajos. Fue tajante con eso, pero no se opuso a que yo lo publicara en América latina.
Yo no iba a ir contra su voluntad así que la edición francesa con Mas- pero se clausuró. Pero me disgustó un poco que Althusser hablara primero con Maspero y no conmigo.
—¿Cuándo te fuiste de Francia?
—Mira, terminé de escribir Los conceptos elementales del materialismo histórico en 1968, y me volví a Chile. Pero el libro de Los conceptos… fue hecho en Europa, sin conocimiento de América Latina, eso es muy importante que se sepa, por eso lo aclaro siempre.
—¿Por qué? ¿Consideras que eso te hizo ver cómo dogmática?
—Claro. ¡La dogmática Marta Harnecker!
Después, cuando llegué a Chile, uno de mis amigos, Jorge Insunza Becker, que era del Partido Comunista, me dio varias ideas que yo incorporé en la segunda edición del libro Los conceptos elementales del materialismo histórico. Sin embargo, él no fue capaz de defenderme ante el partido que, a diferencia del partido uruguayo, fue muy crítico con mi texto…
Primera edición de Los conceptos… en Siglo XXI
—Cuando quedó claro que Maspero no iba a publicar mi libro, me comuniqué con Arnaldo Orfila, entonces director de Siglo XXI Edi- tores -que ya me conocía como la presentadora del libro que ellos publicaron: La revolución teórica de Marx‐, y se lo propuse. Él me dijo que le interesaba este proyecto de libro sobre el materialismo históri- co. Presentó el material en México para que se discuta en el consejo editorial. ¿Y sabes a quién le dieron el libro para que lo evalúe? ¿No conoces esa historia?
—No. Nunca hablamos de eso…
—Se lo dieron a Gaspar Ilom [Rodrigo Asturias Amado], que luego se transformaría en comandante de una de las organizaciones guerrilleras guatemaltecas: la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA). Él estaba trabajando en México en la Editorial Siglo XXI, y bueno, su opinión fue decisiva para que se publicara el libro. Lo en- tregué en el 68 y salió en el 69.
—¿Y qué pasó luego?
—Yo había empezado a ser conocida en América Latina por la traduc- ción del libro de Althusser La revolución teórica de Marx y por mi in- troducción. Y luego con este libro de Los conceptos… inesperadamente salté a la fama.
—¿Por qué inesperadamente?
—Porque ni Orfila ni yo imaginamos que iba a tener la repercusión que tuvo este esfuerzo pedagógico. Creo que la publicación de Los conceptos… tuvo buena repercusión porque era la única alternativa a los manuales soviéticos que circulaban en ese momento.23 Yo siempre digo que lo pude escribir porque no tenía entonces, ni tengo toda- vía, un conocimiento enciclopédico del marxismo. Sólo había leído El capital de Marx y algunas otras obras de lo que Althusser llamaba: el “Marx maduro”, y los escritos de Althusser de los años 60. Luego, en la edición revisada y ampliada en 1985, incorporé obras posterio- res de Althusser, fundamentalmente su artículo acerca de los aparatos ideológicos del Estado.