MINGA 7, año 5, semestre I, 2022

Universidad Mayor de San Simón – UMSS

Comunidad de Investigación para la Transformación de América Latina – CITAL

Minga. Revista de ciencias, artes y activismo para la transformación de América Latina
Año 5, número 7, primer semestre, 2022, Cochabamba, Bolivia.

Minga es un proyecto semestral de la Comunidad de investigación para la transformación de América Latina (CITAL) para la difusión de ciencias, artes y activismo en nuestro continente. Mediante acuerdo de colaboración con la Dirección de Formación Continua Grado y Posgrado de la Facultad Arquitectura y Ciencias del Hábitat, Minga acompaña el proceso de ejecución de la Maestría en Estudios del Desarrollo y el Hábitat con una perspectiva multidisciplinar, científica e internacional.

Jefe editor
Dr. Jan Lust
Universidad Ricardo Palma, Perú
jan.lust@urp.edu.pe

Coordinación editorial ejecutiva
Dr. Jhohan Oporto
Universidad Mayor de San Simón, Bolivia
j.oporto@umss.edu.bo

Diagramación
Lic. Esp. Marcelo Sagredo

Gestión OJS
Lic. Rocío Mérida Moscoso

Ilustración de portada
«El lince», Emil Gumiel Sandoval

Minga. Revista de ciencias, artes y activismo para la transformación de América Latina – 2022
© CITAL – Edición digital
Sitio UMSS: https://revistas.umss.edu.bo/index.php/minga/index
Sitio CITAL: https://minga-cital.com/
E-mail: minga@umss.edu
ISSN: 2704-5584
OPEN ACCESS – Licencia Pública Internacional — CC BY 4.0

Hecho en Cochabamba – Bolivia

Un acercamiento a Las representaciones del espacio y Los espacios de Representación en Nariño, Colombia
An Approach to Representations of Space And Spaces of Representation in Nariño, Colombia.

DOI

Diana Paola Díaz Criollo
Nacionalidad colombiana, Profesional en Gestión Cultural y Comunicativa, Maestra en Administración por la Universidad Nacional de Colombia, estudiante del Doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
E-mail: dpdiazc@uaz.edu.mx
ORCID: 0000-0002-5274-2060

Recibido: 27-09-2021
Aceptado: 20-01-2022
Como citar: Díaz C., Diana P. (2022), “Un acercamiento a Las representaciones del espacio y Los espacios de Representación en Nariño, Colombia”, en Minga. Revista de ciencias, artes y activismo por la transformación de América Latina, Nro. 7, año 5, primer semestre, 2022, pp. 37-61, Cochabamba, DOI: https://doi.org/10.5281/8370962

ISSN: 2704-5584
OPEN ACCESS – Licencia Pública Internacional — CC BY 4.0

Resumen

La configuración del desarrollo económico en sus distintas expresiones (comercio, sistemas de transporte y vial, comunicaciones, turismo, etc.) ha conllevado a una modificación del espacio social. Hay una fuerza dominante que conlleva una desigualdad en la distribución económica, donde una minoría contiene el dominio y el poder para moldear Las representaciones del espacio (Lefebvre, [1974] 2013). Por otra parte, hay una fuerza contraria, de inconformismo y de resistencia frente a los símbolos, códigos impuestos que busca nuevos Espacios de representación (Lefebvre, [1974] 2013) ante la concentración del poder, la violencia, el desempleo o la degradación (social-ambiental-cultural) que continúan prevaleciendo. De esta manera, el propósito de este trabajo busca comprender cómo se presentan Las representaciones del espacio (espacio dominante) y Los espacios de representación (espacio dominado) en un nivel conceptual y cómo se manifiestan en el contexto real en el Departamento de Nariño, Colombia.

Palabras clave: espacio social, representaciones del espacio, espacios de representación, análisis espacial, departamento de Nariño

Abstract

The configuration of economic development in its various expressions (trade, transport and road systems, communications, tourism, etc.) has led to a modification of social space. There is a dominant force that leads to inequality in economic distribution, where a minority contains dominance and power to shape the Representations of space(Lefebvre, [1974] 2013). On the other hand, there is an opposing force of nonconformism and resistance against symbols and codes have been imposed and that seek new Spaces of representation (Lefebvre, [1974] 2013) in the face of the concentration of power, violence, unemployment and degradation (social-environmental-cultural) that are still prevailing. In this sense, the purpose of this work is understand how Representations of space (dominant space) and Spaces of representation (space dominated) are presented at a conceptual level and how they are manifested in the real context of the Department of Nariño, Colombia.

Keywords: social space, representations of space, spaces of representation, spatial analysis, Department of Nariño

Introducción

El discurso de Lefebvre ([1974] 2013) evoca un pensamiento marxista, su línea de investigación se centra en la reproducción del capitalismo y la crítica a la producción del espacio. En su libro denominado La Producción del espacio hace una reflexión epistemológica acerca del sujeto y el espacio que habita; este sujeto se mueve en un espacio en tres términos: lo mental (incluye la abstracción formal y la lógica), lo físico (la naturaleza, el cosmos) y lo social (donde se reúne la práctica social, el espacio ocupado, lo imaginario, las utopías, las proyecciones de los seres con respecto al espacio).  Este artículo se enfoca en este último aspecto: el espacio social en el cual recaen códigos, símbolos y significados y se asocia a formas de Representación del espacio y a Espacios de representación.  

Desde su noción sociocrítica Lefebvre ([1974] 2013) indica cómo el espacio (social) está influenciado por las fuerzas de capital. El espacio (social) según Lefebvre ([1974], 2013) es un producto, es decir, el espacio se vuelve un medio de producción, como “un medio de control y, en consecuencia, de dominación y de poder” (Lefebvre ([1974] 2013: 86). El espacio social incorpora “las acciones de los sujetos tanto colectivos como individuales que nacen y mueren, que padecen y actúan” (Lefebvre ([1974] 2013: 93); es decir, el espacio social es el espacio donde se involucra la sociedad, en la cual hacen parte formas dominantes y dominadas entre sujetos. 

Para comprender cómo se presenta esta relación de espacio (social), el presente artículo se divide en tres partes: en la primera parte, se realiza un debate general de los términos Representaciones del espacio y Espacios de representación(Lefebvre, [1974] 2013; Harvey, 2012; Rico, 2020; Saracho, 2020). En la segunda parte, se realiza una descripción sociocrítica del contexto del departamento de Nariño, Colombia a través del uso de mapas. Finalmente, se presentan las conclusiones.

 

Desarrollo

  1. ¿Cómo entender Las Representaciones del espacio y Los espacios de Representación?

Lefebvre desarrolla su descripción acerca del espacio social el cual se entreteje en dos formas de representar las relaciones y prácticas sociales: Una Las representaciones del espacio y otra Los espacios de representación.  Por una parte, en lo que concierne a Las representaciones del espacio, nos encontramos con aquel espacio concebido por los científicos, planificadores, urbanistas, los cuales designan hacia dónde va la ciudad, van generando esas representaciones, como lo es la arquitectura, la agroexportación, las construcciones (espacio dominante).  Los espacios de representación son los espacios vividos a través de imágenes y símbolos que van en contra del espacio dominante (por ejemplo, en contra de la religión, del gobierno); en este espacio hay una resistencia e inconformismo con respecto a los simbolismos y estética impuesta. De esta forma se presenta, por un lado, una noción de espacio dominante y por otro, la de espacio dominado.

Dentro de la corriente sociocrítica, David Harvey (2012a) en su capitulo El enigma del capital y las crisis del capitalismo, presenta de manera concreta distintos procesos históricos en relación al espacio y la realidad social, donde los países desarrollados (dominantes) causan distorsiones en las problemáticas locales (dominados). De esta manera se reconoce el papel del capitalismo no solo como hecho histórico sino también espacial (territorial). Según el capítulo del libro Espacios de Esperanza, Harvey (2012b) hace referencia a la forma articulada y la jerarquía que se ha desarrollado para comprender el mundo, como son los hogares, las comunidades y las naciones, es decir, los efectos a escala local inciden a nivel regional o continental y viceversa.  En este sentido hay una afectación de algunos países o territorios con respecto a otros. Lo anterior se relaciona con las Representaciones del Espacio y los Espacios de representación señalados por Lefebvre.

Con respecto a la Representación del Espacio, Harvey presenta a través de ejemplos concretos el papel del capitalismo no solo como un hecho histórico sino espacial, en este sentido el territorio es sometido a las exigencias del capital, por ejemplo, a las nuevas formas de transporte para hacer que la circulación de las mercancías fluyan con mayor aceleración, el resultado ha constituido una tendencia que Harvey llama compresión espaciotemporal, es decir,  “un mundo en el que el capital se mueve cada vez más deprisa y donde se reducen increíblemente las distancias de interacción” (Harvey, 2012a:133). La situación espaciotemporal da paso a formas de explotación de la tierra, naturaleza, despojos de comunidades en territorio, desperdicios, así mismo “la geografía del capitalismo es cada vez más autogenerada” (Harvey, 2012a: 122). En este sentido, si en un espacio geográfico no existe un elemento se busca la forma de crearlo, por ejemplo, la construcción de megaproyectos viales, centros turísticos, alojamientos-hoteles, etc.  Con relación a Los espacios de representación, un punto a resaltar es cómo las personas se asocian para resistir a las formas de dominación. Tal es el caso de campesinos, pequeños granjeros y productores, artesanos, quienes llevan un estilo de vida alternativo, ya sea por escasez de oportunidades para incorporarse al sistema capitalista o porque consideran que no es un sistema equitativo.   

Según Harvey (2012b) en su capítulo Espacios de esperanza, propone la Teoría de los desarrollos geográficos desiguales y según su visión de geógrafo y teórico social marxista, señala que es mediante el conocimiento de los desarrollos geográficos desiguales como se puede apreciar las contradicciones que existe dentro de las vías del capitalismo global. A medida que se concentra el poder y la riqueza en algunas localidades selectivas también se ven afectadas las poblaciones en relación con la violencia, las migraciones, la degradación ambiental, los despojos. Harvey (2012b) extiende un acercamiento hacia su teoría: desde La producción de diferencia geográfica y La producción de escalas espaciales.

Es así como podríamos asociar La producción de la diferencia geográfica a estas formas dominantes de Representación del espacio de Lefebvre. Refiere como a lo largo de la historia la creación y establecimiento geográfico ha llevado a concentrar las relaciones entre el ser humano y el ambiente, las formas culturales y las políticas en ciertos territorios, a través de las relaciones sociales institucionales como las instituciones políticas, los valores religiosos, las creencias que se han ido arraigando históricamente. En los procesos de globalización, los cambios se presentan de manera volátil, en los que se manifiestan velozmente en la reconfiguración geográfica, como es la construcción acelerada de industrias para la generación de ganancias económicas, además la velocidad también atañe a los cambios en la geografía, como lo son en los sistemas ecológicos y naturales.

Por otra parte, a La producción de escalas espaciales nombrada por Harvey (2012b), podríamos asociarlo, grosso modo, a las formas de Espacios de representación de Lefebvre. Si bien hay una relación articulada de escalas globales (dominantes) hacia escalas locales (dominadas) puede también existir formas en las que las escalas locales inviertan las formas dominantes: los efectos a escala local inciden a nivel regional o continental y viceversa. Es decir, formas de resistencias que surgen de las contradicciones del capitalismo, por ejemplo, las políticas organizadas a nivel internacional que afectan a regiones y localidades, en el mismo espacio empiezan a surgir fuerzas (espacios de esperanza) de autonomía local en contra de estas políticas para proteger, el caso de minorías étnicas. Por ejemplo, el caso de los zapatistas en las que utilizaron los medios modernos de comunicación, como el Internet, “para promover campañas internacionales sobre los derechos de los trabajadores, derechos humanos, derechos de las mujeres, justicia medioambiental” (Harvey, 2012b: 93).

Si bien en el espacio social se promueven formas de representación desigual en una escala geográfica y atañen formas de resistencia a las formas dominantes, otra forma de comprender el espacio social, específicamente a Los espacios de representación es a través de lo que Irwing Rico (2020) nos enuncia con el término espacios negativos. Los espacios negativos son aquellos territorios de resistencia que se niega a someterse a una realidad hegemónica, ordenada que configuran un monopolio a partir de la producción de espacios y territorios convirtiéndose en el espacio dominante. El espacio dominante se ve configurado históricamente en términos no solo locales sino también a escala global. En la escala global se definen condiciones políticas, económicas, socioculturales e ideológicas a partir de relaciones de poder de sujetos colectivos (concentrados) y de sistemas de producción. Por su parte, la resistencia, a escala local, responde a una realidad alternativa donde predomina los puntos de producción de lo común, donde se instaura la diferencia social, la autonomía y la autogestión. Lo común se fundamenta en el anticapitalismo, esta categoría se opone al principio de acumulación originaria[1].

En lo que concierne a Las representaciones del espacio de Lefebvre, Rico (2020) analiza la hegemonía. Rico entiende la hegemonía como una categoría relacional, es decir, como “una construcción sociohistórica que se expresa a través de representaciones y formas de dominación que producen un orden social determinado” (Rico, 2020: 20), donde predominan mecanismos de poder como el militar, económico, político, ideológico y cultural. Lo anterior lleva a combinar una dominación que no solo abarca lo material sino también influye en el terreno ideológico- cultural. En el ámbito dominante de la reproducción hegemónica se benefician sujetos colectivos para satisfacer sus propios intereses atrayendo ventaja del ordenamiento social y por ende incidiendo en la desigualdad social.

Ante esta forma hegemónica y por ende de poder, Los espacios negativos podrían atañarse los Espacios de representación que denomina Lefevre. Desde una corriente sociocrítica y desde un pensamiento dialéctico, Federico Saracho (2020) señala que la resistencia nace del conocimiento de las formas de opresión: “las estrategias de libertad sólo pueden ser comprendidas a través de la negación de las estrategias de la dominación” (Saracho, 2020:103). La emancipación debe ser reestructurada en la nueva formación de espacios y lugares de relación distintos a aquellos que están consolidados y materializados. Dichos espacios emancipados (espacios negativos) son formas conscientes de romper con la continuidad del Sistema-Mundo capitalista, dominantes. Pero ¿por qué negativo? Dentro de la producción del espacio por más que esté presente un sistema opresivo, existe una representación espacio que se le contrapone a un espacio de representación. Para Saracho (2020), en lo que concierne a la propuesta de espacio negativo refiere entonces a negar la producción del espacio como totalidad, rechazar (negar) toda producción que no signifique abrir la capacidad de desarrollar otro espacio fuera del capitalismo.  La negatividad de estos espacios se manifiesta en dos maneras:  prestando refugio a individuos inconformes con la modernidad capitalista o negando dicha realidad, mostrado, denunciando sus fallas a aquellos que excluyen toda forma de construcción diferente o alternativa. El espacio negativo se forja como alternativa liberadora. Este espacio representa la contradicción a la totalización del capitalismo a través del surgimiento de una nueva forma de cultura o la reconstitución de una desde la resistencia.

  • Desde una mirada cultural

Tanto Las representaciones del espacio y Los espacios de representación que se sitúan en el espacio social se ven manifestadas en formas dominantes y dominadas entre sujetos: tanto las representaciones hegemónicas que definen las formas dominantes como también las formas de resistencia que representan el inconformismo ante lo vivido emergen dentro del mismo espacio social. Lefebvre más allá de buscar un discurso sobre el espacio se concentró en estudiar y evidenciar los distintos tipos de espacios y sus modalidades. Sin embargo, podemos rescatar algunos aspectos generales que Lefebvre remite a la cultura de forma general.

En primer lugar, se puede denotar a la cultura como parte de las fuerzas dominantes que posee una “poderosa corriente ideológica” (Lefebvre, [1974] 2013: 66) en donde las representaciones dominantes [de la clase dominante] buscan la forma de rodear o desviar las formas de representación del espacio: “engendra[n] un espacio mental ilusoriamente” (Lefebvre, [1974] 2013: 66). El autor alude a Gramsci y el concepto de hegemonía[2]. En este sentido, se puede hacer alusión a que el espacio social en la cultura hegemónica ha influenciado en las relaciones sociales mediante el consumismo, el libre comercio, la competitividad, la cultura se vuelca entonces como parte de la economía global y con ello las prácticas y las tradiciones influenciadas por las industrias culturales, las economías creativas, las industrias del entretenimiento, las multinacionales, dando direccionamiento a la sociedad contemporánea. Se denota además cómo el espacio social comienza a modificarse desde la producción capitalista y sus fuerzas dominantes, en donde la cultura es tomada como eje para fungir en la consolidación de formas de identidad, hábitos y modas de los sujetos, las comunidades.

Tal es el caso de las industrias culturales y creativas[3] que actúan como reproductora de propaganda para incitar al consumo [masivo] cultural como en el cine (por ejemplo Hollywood, Disney), en la televisión en los noticieros (por ejemplo FOX, CNN), corporaciones discográficas (Universal), plataformas digitales (Por ejemplo Netflix, Amazon Vídeo), medios de comunicación masiva digital (Por ejemplo Facebook, Twitter, Instagram, Wikipedia) que moldean el entretenimiento, las creencias, hábitos y sitúan modas, donde la información se concentra en el entretenimiento y no dirige a una sociedad realmente con pensamiento crítico de la realidad que habita. De esta forma la cultura se instaura como mecanismo para la reproducción material e ideológica, como una hegemonía cultural.

Con referencia al patrimonio cultural, como señala Andrade (2009) en su artículo Poder, patrimonio y democracia, se instaura un modelo de nación, un modelo de identidad cívico y modelo identitario de la nación influenciando en el patrimonio, el arte y la cultura como estrategia de poder hegemónico, que tiende a naturalizar, a deshistorizar y a despolitizar. Es así como el patrimonio cultural es tomado como una forma pedagógica de la hegemonía que empieza a subsumirse en definiciones internacionales como la Unesco, la cual ha jugado a mostrar diferentes alternativas del concepto de patrimonio “como un intento de contrarrestar aquellos puntos de vista elitistas y aliados a intereses mercantiles” (Andrade, 2012:12).

Aquí están las declaratorias de patrimonio cultural que más allá de no entablar formas de conservar bienes se hace como una especie de reconocimiento mundial de la expresión cultural que identifica a cierto país para que de una u otra manera se ubiquen en el imaginario formas turísticas para atraer a extranjeros como también un movimiento dentro de las naciones relacionadas con el turismo; es así como en este espacio traspasa el mercado no sólo nacional sino internacional.

También se encuentran los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) asociados al patrimonio y al turismo cultural, en el que se operativizan formas de producción de bienes y servicios de acuerdo con los diecisiete ODS, los cuales se encuentran orientados hacia la eliminación de la pobreza, la educación, la defensa del medio ambiente, la conservación del patrimonio cultural y la identidad, entre otros. Sin embargo, lo que refleja es una reproducción de los valores de la identidad nacional para atraer al turismo tanto nacional como extranjero, “incorpora factores económicos para mantener los bienes en el tiempo, busca ampliar los públicos, precisan nuevas formas para la gestión del patrimonio, somete a la diversificación de los productos y servicios culturales como elementos de competitividad, precisa formas de cooperación, entre otros” (Díaz Criollo, 2019: 86)

En segundo lugar, Lefebvre ([1974] 2013) señala una forma de la cultura que se expresa como un deseo de invertir la tendencia dominante que, si bien va enfocada hacia la fragmentación, la separación y la desintegración, está subordinada por un centro de poder, requiere entonces de una cultura que emerja de lo local a lo global: “Podemos suponer [preocupaciones locales] que movilizará grandes fuerzas” (Lefebvre, [1974] 2013:70). Es decir, comprendiendo las fuerzas totalizantes del poder dominante que ejerce a la sociedad global pero también entablando un conocimiento de las prácticas espaciales, prácticas sociales con mira hacia una sociedad que entable una práctica política. Aquí podemos denotar Los espacios de representación, donde se instauran imágenes y símbolos del espacio que se habita, el espacio donde surge la imaginación de los que se desarman, modifican y toman. Se pueden denotar a la cultura como soporte de resistencia de los estados dominantes a la sociedad [hegemonía], como sendero alternativo en procesos de poder social, como una forma de movimiento social encaminada contra los procesos hegemónicos o de reproducción dominante y como un mecanismo de resistencia a través de un pensamiento crítico que se oriente hacia una alternativa en la movilidad de la sociedad en la actual configuración de la modernización.

Es así como los aspectos anteriores atienden a una decisión de la labor de las artes, la gestión cultural y la educación se vuelven parte de la acción cultural y del espacio social (Espacios de representación) con grupos sociales y comunitarios a través del uso de “talleres barriales de música y baile, grupos de teatro comunitario, puntos de cultura, corporaciones de arte y transformación social, asociaciones de cultura viva comunitaria con gran dinamismo en todo el continente” (Bayardo, 2018: 29). Las artes, gestión cultural y la educación se pueden decir que pueden ser formas de expresión de una cultura subalterna compuesta por grupos sociales, ya sea de intelectuales, artistas, campesinos, trabajadores informales, académicos, entre otros, como forma de resistencia e ideología a través de la cultura de pensamiento crítico, solidario en la búsqueda de cambio cultural ante los procesos hegemónicos.

  1. Las representaciones del Espacio y Los espacios de representación en Nariño, Colombia

 

2.1. Un acercamiento a Las representaciones del Espacio en el Departamento de Nariño

Según el Ministerio de Medioambiente (2020), Colombia es un país biodiverso, contiene el primer lugar en especies de aves y orquídeas, un país que contiene una diversidad de plantas y animales. Cuenta con 15% del territorio nacional con áreas protegidas de las cuales 59 son áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, 57 reservas forestales protectoras nacionales, 53 parques naturales regionales, 667 reservas naturales de la sociedad civil, entre otras. La diversidad puede remitirse con el que el país se ubica en la zona tropical ecuatorial haciendo que se presente una diversidad de relieves y climas. Posee tres cordilleras con distintos pisos térmicos, selva, desiertos, con límite a los océanos atlántico y pacífico, además de ser frontera con 5 países (Panamá, Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador).

La variedad topográfica de su paisaje también ha hecho que el país se concentre en la exportación de materias primas. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2019a), entre las materias primas se encuentran: café, cacao, cereales, legumbres y frutas, tabaco, madera, aceites de origen vegetal. En combustibles, petróleo y productos derivados del petróleo; y, entre otros materiales, el oro. Las principales exportaciones de materias primas se realizan a Estados Unidos, Perú, Países Bajos, Venezuela, Alemania, Japón, Ecuador, Francia, india, Bélgica, México, China, Panamá.

Desde una mirada crítica es importante resaltar que el capitalismo “prospera en un mundo geográfico con atributos físicos y condiciones sociales y culturales” (Harvey, 2012a: 136), de no existir hacen lo posible para diseñarlos. Cabe resaltar el hecho de declarar a Colombia país biodiverso y rico en materias primas ha dado paso a una reapertura para la atracción del turismo y por otra parte a la extracción tanto de oro como petróleo por empresas extranjeras. Los dos ámbitos [turismo y mineras] someten al país en un medio de producción, de mercado, de control y por ende de dominación. La naturaleza desaparece a una segunda escena para convertirse en recurso o materia prima. En este sentido, lleva a repensar en cómo después de la gran expansión mundial de los años dorados, el mundo acortó distancias y abrió paso a las minorías a un mercado de masas (Hobsbawn, 2014: 268); de los cuales los países ricos en biodiversidad se han vuelto el foco de atención para este sector.

Para comprender las formas de Representación del espacio se recurre a la cartografía para deconstruir (Harley, 2005) de una manera argumentativa las imágenes que surgen en el análisis espacial de datos a través del uso de un mapa para analizarlos por separado, relacionarlas y comprender de forma crítica un territorio.

Colombia posee una división política de 32 departamentos, para efectos de este artículo se analizará el Departamento de Nariño, ubicado al suroccidente del país (Mapa 1).

Mapa 1. Departamento de Nariño, Colombia

   

Fuente. Elaboración propia en QGIS a partir de la clasificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi-IGAC (2021)

El Departamento de Nariño tiene una extensión de 33.268 kilómetros cuadrados, corresponde al 2,9% del territorio nacional y está conformado por 64 municipios. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2018), el departamento tiene una población total de 1.630.592 habitantes de los cuales 716.592 pertenecen a las cabeceras y 914.000 de los centros poblados y rural. La mayor concentración de población se encuentra en la capital de Pasto (392.930 habitantes), seguidos los municipios de San Andrés de Tumaco (253.637), e Ipiales (116.136).

Según el Índice de Pobreza Multidimensional -IPM (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2020a), Nariño presenta el mayor porcentaje de personas en situación de pobreza después del Departamento del Chocó en la Región del Pacífico colombiano. Para el año 2019, entre las condiciones de pobreza más sobresalientes están en el trabajo informal (78,1%), bajo logro educativo (45,2%), rezago escolar (24,9%), inadecuada eliminación de excretas, sin acceso a fuente de agua mejorada (14%), desempleo de larga duración (11,3%). Con respecto a las cabeceras frente los centros poblados y rural las diferencias son significativas en estas áreas: bajo logro educativo con 45,2% en cabeceras frente a 85,4% en centros poblados y rural disperso; trabajo informal con 78,1% en cabeceras frente a un 97,9% en centros poblados y rural disperso; y sin acceso a fuente de agua mejorada con 14,0% en cabeceras frente al 30,1% en centros poblados y rural disperso. Las actividades económicas que genera Nariño se asocian con el 14,8% en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, el 27% en administración pública, educación y salud, 20,1% en comercio, reparación de vehículos automotores, transporte, alojamiento y servicios de comida, el 9,2% en construcción, el 7,7% en actividades inmobiliarias (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2020b).

Dado lo anterior, se puede denotar que si bien el departamento de Nariño tiene una concentración de población rural mayor (914.000 habitantes con respecto a 716.592 habitantes en las cabeceras), en cuanto a las actividades que generan mayor economía están aquellas que se desarrollan en la ciudad o cabeceras urbanas y no en las zonas rurales, es decir, la economía del departamento depende en su mayoría de actividades económicas desarrolladas en cascos urbanos como lo son la administración pública, la reparación de vehículos, el transporte, alojamiento y servicios de comida (turismo), la construcción, a diferencia de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca que se desarrollan en el área rural. La tendencia en el imaginario cultural es que la población debería desplazarse a los cascos urbanos o ciudades principales para obtener un mayor ingreso económico (Pérez Correa, 1998). Además, las condiciones de Pobreza Multidimensional denotan que las zonas rurales no presentan las condiciones necesarias para habitar, como lo es la falta de acceso a agua mejorada, haciendo que se presenten la propagación de enfermedades o epidemias, causando muertes, se presenten además posibles desplazamientos a la ciudad para buscar tratamientos médicos, o exista un rezago a quedarse a vivir en el campo. Finalmente, con respecto al trabajo informal en las zonas rurales es intensificado a causa de la mano de obra reclutada para trabajar en cultivos ilícitos.

Ahora bien, en cuestión de vías, el departamento Nariño posee un aislamiento geográfico respecto al resto del país, esto se puede notar debido a que solo tiene una vía principal, llamada Panamericana, que conecta a Ecuador con el resto de Colombia. Se presenta un aislamiento debido a que los departamentos del centro-sur de Colombia poseen [en su mayoría] autopistas de dos carriles que conectan el transporte terrestre de mercancías y turismo a las ciudades principales como lo son Bogotá (capital), Barranquilla (donde está el Puerto Marítimo que orienta las exportaciones por el océano atlántico) y Buenaventura en el Valle del Cauca (donde queda el puerto marítimo que conecta las exportaciones con el océano pacífico).

Mapa 2. División municipal, vía terrestre y aeropuertos

Fuente. Elaboración propia en QGIS a partir de la clasificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi-IGAC (2021)

En el Mapa 2 podemos visualizar la escasez de vías pavimentadas que recorren los municipios del Departamento. Pero más allá de esto, el mapa nos permite destacar que los municipios se han ramificado, entre más cerca se encuentran a la vía principal Panamericana. Está vía fue construida en 1970 (Viloria de la Hoz, 2007) y como se sabe, está vía conecta al Ecuador con el centro-norte del país. Así mismo, son los municipios donde mayor diversificación de materias primas agrícolas presentan pues requieren estar constantemente movilizándose para la exportación y para el consumo. Los municipios donde se presenta un menor acceso a vías son los que en la actualidad presentan el mayor índice de cultivos ilícitos, como lo es el cultivo de coca, que maneja un bajo perfil de movilidad y además requiere grandes extensiones rodeadas en su mayoría de selva o bosques donde hay mayor concentración de fuentes hídricas, humus y humedad.

El Departamento además posee una diversidad climática y de pisos térmicos. Contiene playas, montañas y vegetación selvática. Desde Nariño se forma el nudo de los Pastos en donde se desprenden dos cordilleras: La cordillera Occidental y la cordillera Centro-Oriental. El departamento además posee ricas fuentes hidrográficas, áreas naturales de conservación, áreas forestales, bosques, lagunas, manglares, parques naturales y ríos que han llevado por una parte junto con las condiciones climatológicas y topológicas a tener una variedad de cultivos.

La hidrografía, topografía y clima que presenta el departamento hace que puedan producirse distintos tipos de cultivos rurales. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) realizada por el Departamento Administrativo Nacional Estadística (2019) encontramos los cultivos tanto permanentes, transitorios y frutales distribuidos por producción en toneladas, teniendo como mayor producción en Nariño la caña de panela, el plátano, la papa, la arveja, el café y el banano. La diversificación de los cultivos agrícolas está más cercana a las ciudades principales y hacia las vías terrestres porque son más fáciles de transportar tanto para el consumo interno como para la exportación hacia el resto del país como puede visualizarse en la Tabla 1.

Tabla 1. Cultivos permanentes, transitorios y frutales por toneladas año 2019

Nariño

2019

Cultivos permanentes

Toneladas t

Caña para panela

    128.447

Plátano

    105.741

Café

      66.276

Cacao

        7.775

Cultivos transitorios

Toneladas t

Papa

      735.857

Arveja

        70.217

Maíz amarillo

        29.026

Cebolla rama

        26.664

Zanahoria

        26.015

Cebolla bulbo

        16.168

Tomate

        14.399

Maíz blanco

    9.343

Frijol

          9.334

Trigo

          3.534

Cebada

          1.267

Yuca

    1.009

Frutales

Toneladas t

Banano

        61.456

Aguacate

        11.931

Maracuyá

          8.981

Mora

          8.018

Lulo

          3.961

Limón

          3.188

Guayaba

          2.427

Fresa

          1.604

Uchuva

          1.190

Fuente. Elaboración propia con base en Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2019b)

Si bien se puede denotar el clima, la hidrografía y la topografía del departamento permite distintos tipos de producción de materias primas tanto para consumo como exportación, el departamento de Nariño ha concentrado mayoritariamente su producción en la siembra de cultivos ilícitos. Nariño se encuentra entre los cuatro departamentos que concentran el 78% de las matas de coca sembradas en el país. Estos departamentos según el Observatorio de Drogas de Colombia (2020) corresponden para el año 2020 a: Norte de Santander (40.083,70 hectáreas), Nariño (30.751,38 hectáreas), Putumayo (19.986,18 hectáreas) y Cauca (16.543,83 hectáreas). Dos de estos departamentos (Putumayo y Cauca) limitan con el Departamento de Nariño.

En este sentido, el territorio de Nariño presenta una mayor atracción para la siembra de este cultivo porque el margen de ganancia es superior a la agricultura tradicional, adicional a ello, el departamento posee las condiciones geográficas, climáticas e hidrológicos para la siembra de este cultivo. Cabe anotar que el cultivo de coca pasó de 15.951 hectáreas (año 2010) a 45.734 hectáreas (año 2017) (Observatorio de Drogas de Colombia, 2020). Dichos sembríos están ubicados en los municipios donde se concentra en su mayoría los Índices de Pobreza Multidimensional, donde existe la prevalencia de recursos hídricos y donde se presenta un escaso acceso de vías terrestres, pero más cerca de la frontera con Ecuador y al mar en el océano Pacífico, donde se ubica la ciudad de Tumaco. De los 64 municipios que tiene el departamento, para el año 2020 se encuentran activos los cultivos de coca en 27 municipios distribuidos a lo largo del departamento, y entre estos municipios se encuentran dos de las ciudades más importantes, además de ser las más pobladas: Tumaco e Ipiales.

Tabla 2. Clasificación de siembra de coca

Clasificación Hectáreas de siembra de coca

Municipio

Ha

>501 hectáreas

Tumaco

8.832,92

El Charco

4.674,02

Roberto Payán (San José)

2.940,45

Olaya Herrera (Bocas De Satinga)

2.898,08

Barbacoas

2.569,39

Magüí (Payán)

2.123,03

Ipiales

967,25

El Rosario

659,08

Policarpa

646,18

Samaniego

576,36

Ricaurte

565,27

Cumbitara

504,04

<500 hectáreas

Santa Cruz (Guachavés)

474,26

Santa Bárbara (Iscuandé)

426,76

Linares

368,25

Francisco Pizarro (Salahonda)

316,37

Leiva

273,54

La Tola

263,19

Mosquera

249,87

Los Andes (Sotomayor)

202,48

La Llanada

86,54

El Tambo

47,69

El Peñol

36,62

Ancuya

14,89

La Florida

14,30

Mallama (Piedrancha)

13,21

Sandoná

7,34

Fuente. Elaboración propia con base en Observatorio de Drogas de Colombia (2020)

Para visualizar el territorio, a continuación se presenta el Mapa 3 donde se ubican las franjas de color con más de 501 y menos de 500 hectáreas de cultivos de coca.

Mapa 3. Cultivos de coca en Nariño

Fuente. Elaboración propia en QGIS a partir de la clasificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi-IGAC (2021)

Alrededor de los cultivos de coca se presentan espacios sociales ligados con el despojo de tierras, la violencia, la implementación de minas antipersona, el desplazamiento forzado, la guerra por la coca empieza a dividirse entre grupos armados al margen de la Ley. En este sentido cabe anotar que en Nariño han existido acciones violentas principalmente por parte de dos guerrillas (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC y el Ejército de Liberación Nacional-ELN) (Rios Sierra, 2020) en 32 de los 64 municipios del departamento en los años 2012 y 2015, según el Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario-ODHDIH en los que más se presentaron dichas acciones violentas por parte de la guerrilla están los municipios de Barbacoas, El Charco, Ipiales, Mallama, Olaya, Puerres, Ricaurte, Payán, Samaniego, Tumaco, Santa Cruz, Túquerres (Rios Sierra, 2020). Cabe anotar que la mayoría de estos municipios se encuentran activos con siembras de cultivos de coca para el año 2020 como se evidenció en la Tabla 2.

Las víctimas a causa de la violencia por Minas Antipersonal (MAP) y Municiones Usadas Sin Explosionar (MUSE) según la Oficina de Alto Comisionado para la paz (2021a) han dejado un total de 1.037 víctimas en el periodo de 1993 a 2021 entre civiles (64,71%) y miembros de la fuerza pública (35,29%) en Nariño. Las víctimas han sido en su mayoría por Minas Antipersonal (MAP), pertenecientes al género masculino mayores de 18 años (86,4%).

Cabe decir además que el índice de Riegos de Victimización[4] (Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Vícitimas) en los municipios que aparecen en la Tabla 3 circundan en niveles Alto y Medio Alto para el año 2020, estos municipios en la actualidad son susceptibles a violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Nuevamente se va a notar como son los municipios se presenta siembra de cultivos de coca.

Tabla 3. Índice de Riesgos de Victimización Alto y Medio Alto de Nariño 2020

Municipio

Índice estimado

Clúster

Policarpa

0,91

Alto

Barbacoas

0,87

Alto

San Andrés de Tumaco

0,86

Alto

Ricaurte

0,83

Alto

Cumbitara

0,72

Alto

Roberto Payán

0,66

Alto

El Charco

0,60

Alto

Magüí

0,59

Alto

Samaniego

0,56

Medio Alto

Santa Bárbara

0,55

Medio Alto

Leiva

0,53

Medio Alto

El Rosario

0,52

Medio Alto

Olaya Herrera

0,52

Medio Alto

Santacruz

0,48

Medio Alto

La Llanada

0,47

Medio Alto

Los Andes

0,44

Medio Alto

Francisco Pizarro

0,42

Medio Alto

Linares

0,38

Medio Alto

La Tola

0,36

Medio Alto

Fuente. Elaboración propia con base en la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (2020)

Si bien se ha visto cómo la diversidad, las fuentes hídricas, el clima, la topografía han fungido como condiciones necesarias para la manutención de los cultivos de coca, cabe anotar las consecuencias que este cultivo genera en el departamento. Por un lado, como lo hemos mencionado, la violencia, las Minas Antipersonal, el desplazamiento forzado, hacen parte de la cosmovisión de los cultivos ilícitos. Del mismo modo, dichos cultivos ilícitos conllevan a la concentración del poder y el dinero en pocas personas, llevando irremediablemente a un proceso de desigualdad a escala local en términos económicos. El desplazamiento causa deterioro de valores autóctonos o tradicionales de las comunidades rurales además de un fraccionamiento a las relaciones sociales históricamente construidas. Así mismo, el deterioro de los recursos naturales y biodiversidad se van acabando por la siembra de la coca, esto a causa del uso de fungicidas y productos químicos para su procesamiento. La mano de obra rural se traslada a los cultivos de coca porque el pago es indudablemente mayor al que le puede ofrecer para trabajar con otros productos agrícolas como la caña de panela, el café, entre otros. El campesino va a desplazarse para trabajar en los cultivos ilícitos en lugar de emprender su propio producto agrícola.

Retomando el tema de biodiversidad natural en el departamento, otra concentración de las Representaciones del espacio está la producción de los servicios turísticos alrededor de parques naturales, lagunas, manglares y playas. Esto ha conducido a generar la mercantilización de la biodiversidad y ecología. En consecuencia, se han aumentado las construcciones de alojamientos, restaurantes, souvenirs para la venta a turistas, profesiones como administración de parques naturales, guías de turismo empiezan a ser el atractivo en la educación en la población juvenil.

Mapa 4. Áreas parques y santuarios naturales

Fuente. Elaboración propia en QGIS a partir de la clasificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi-IGAC (2021)

En Mapa 4 evidencia como las vías pavimentadas principales del departamento han surgido teniendo en cuenta las condiciones naturales de su geografía. Las reservas naturales durante los últimos siglos han sido de gran atracción para el turismo de aventura y de naturaleza. El turismo de naturaleza en Nariño se ha consolidado inicialmente porque las entidades públicas territoriales (alcaldías municipales) han proclamado políticas para la conservación y reserva de las áreas naturales; estos municipios corresponden a aquellos que se encuentran en las zonas que menos siembra de cultivos de coca y por ende menos índices de conflicto armado y violencia. Si bien, su espacio no se ha modificado por la siembra masiva de cultivos ilícitos, sí ha logrado modificarse con las nuevas formas de obtener recursos económicos como el turismo de naturaleza.

La participación de Nariño en el PIB para el año 2020 según el Ministerio de Comercio (2021) se ha acrecentado, el comercio de hoteles (18,0 PIB) con respecto a otros grupos económicos como el sector de la construcción (7,8), el de la agricultura, ganadería y pesca (17,4). Con respecto al turismo, el departamento no ha sido de gran atractivo para extranjeros durante varios años, esto a causa de que el Departamento se ha expuesto ante los medios de comunicación a nivel nacional como un lugar que ha representado peligro a causa del conflicto armado y la violencia (Arnaiz et al., 2005).  Sin embargo, con los Procesos de Paz iniciados en el año 2012, entre el gobierno y las FARC, condujo que el país aumentara el reconocimiento internacional como un país anfitrión, más seguro para viajar por carreteras; llevó a que lugares que habían sido sometidos por la guerrilla se abrieran paso a paisajes turísticos en distintos lugares del país y por ende también cobijó al departamento de Nariño.

Es pertinente decir que los municipios con mayor cercanía a las ciudades principales presentan mayores manifestaciones artísticas compartidas. Nariño anualmente tiene festividades culturales y religiosas que hacen acrecentar el turismo extranjero y también entre los mismos residentes. Una festividad representativa del departamento [y de los municipios con más cercanía a la capital] es El carnaval de negros y blancos que se celebra los primeros días de cada año. Esta manifestación etno-cultural ha tomado costumbres, leyendas, rituales para conmemorar sucesos históricos de la época colonial, y que hoy se han institucionalizado como Patrimonio Inmaterial de la nación. Puede notarse aquí la relación con la mercantilización de la cultura, donde el productor (agente, empresario) busca formas de apropiar su entorno, tal es el caso del uso de las formas propias de identidad de las comunidades, los paisajes naturales y culturales, la creatividad artística, para promover la creación de nuevos objetos, productos, bienes o servicios que son intercambiados dentro de la sociedad para el uso y disfrute respondiendo a la satisfacción de las necesidades humanas (Calleja & González, 2016), en este caso del turista. Durante la celebración del carnaval se promueve un crecimiento de la economía local en alojamientos, restaurantes, venta de sombreros, cosméticos, vestimentas tradicionales, artesanías, las cuales se crean y producen solo para uso, venta y disfrute de esta festividad.

Imagen 1. Carroza- Carnaval de negros y blancos

dav
Fuente. Elaboración propia

Otra parte donde se inscribe la mercantilización de la cultura en el departamento de Nariño, en los cuales toman valores de identidad de tradiciones indígenas (precolombinas) es en el tejido. Gran parte de las artesanías que retoman conocimientos ancestrales se ha centrado en la fabricación de jigras, morrales. Otras por su parte están en la talla de piedra y madera para la venta de atractivos artesanales en donde se realizan objetos para su uso doméstico como lo son mesas y sillas, azucareros, portavasos, servilleteros, joyeros, entre otros. Así mismo, se hacen representaciones de aves como el búho, ranas, patos, y entre ellos el animal popular del departamento que es el cuy o cuyo.

2.2. Algunos Espacios de Representación en el Departamento de Nariño

Como ya hemos visto a lo largo de este trabajo, las Representaciones del espacio son múltiples. En un contexto geográfico se puede denotar cómo se unen los elementos topográficos con los espacios sociales y sus efectos [producción agrícola, el conflicto armado, las formas turísticas]. Sin embargo, también hay cabida a Los espacios de representación, como esas formas de resistencia a las fuerzas dominantes que surgen de la opresión, la exclusión o la impotencia de no poder hacer cambios a la realidad vivida.

Cabe señalar que en los municipios donde se encuentra el mayor índice de riesgos de victimización, conflicto armado, cultivos de coca y por ende más grado de violencia están localizados los territorios de comunidades negras y el territorio de comunidades indígenas como se muestra en el Mapa 5.

Mapa 5. Comunidades negras e indígenas

Fuente. Elaboración propia en QGIS a partir de la clasificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi-IGAC (2021)

En el caso del territorio de comunidades negras están organizadas como Consejos Comunitarios para solicitar ante el estado la dotación de tierras, las cuales se encuentran reglamentadas en la Ley 70 de 1993 y en los Decretos 1745 de 1995 compilado en el 1066 de 2015. Los Consejos Comunitarios Negros integran el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana quienes poseen culturas propias, comparten historia y poseen tradiciones y costumbres que revelan la conciencia de identidad que distingue su grupo étnico. Para el año 2021, según la Oficina de Alto Comisionado para la Paz (2021b) existen 37 Consejos Comunitarios en Nariño.

En el caso del territorio de Resguardos Indígenas como una institución legal sociopolítica de origen colonial, según la Oficina de Alto Comisionado para la Paz (2021b) existen 51 Resguardos Indígenas en los que se encuentran los pueblos Eperara Siapidara Trua, Awá, Kofán, Embera Katío, Pastos, Nasa, Guelnambi-Caraño, Quillasinga. Cabe resaltar que algunos pueblos indígenas se han mantenido pero su ocupación en el territorio ha disminuido; según el aspecto histórico citado por Viloria de la Hoz (2007), el departamento de Nariño antes de la colonia estaba ocupado por tres grupos indígenas diferentes: los Pastos, los Abades y los Quillacingas, ubicados al margen de los ríos Pascual, Guátara y los ríos Mayo y Juanambú. En la actualidad existen 67 resguardos que ocupan 467 mil kilómetros cuadrados. Al estar limitado con Ecuador existen varios aspectos culturales compartidos (como es la música con instrumentos de viento) así mismo su economía.

En los municipios donde se concentran las poblaciones indígenas y negras también han sido territorios en los cuales se ha presentado mayor número de desplazamientos a causa del conflicto armado y la siembra de cultivos ilícitos. Las comunidades han tenido que enfrentarse a amenazas por parte de grupos que controlan la producción del cultivo de coca, migraciones a las ciudades céntricas y en formas de tratar de recomenzar su vida (Agudelo, 2001). Otras se han formado en grupos pequeños como Consejos Comunitarios para liderar fuerzas de resistencias ante las fuerzas dominantes que tienen el poder y control de los cultivos ilícitos o para cercar su territorio dentro de los Resguardos indígenas. Dichos grupos se han unido políticamente como fuerzas comunitarias sociales y ambientales en pro de la conservación de los ríos, y culturalmente en pro de sus tradiciones e identidad. En la tabla 4 se presentan algunos Consejos Comunitarios con mayor área de titulación en Nariño.

Tabla 4. Consejos Comunitarios con mayor extensión en Nariño

Nombre

Resolución Titulación

Área Titulación

Año

Pro-Defensa del Río Tapaje

Resolución 1500 del 1-ago-2005

149994,91

2005

C.C. Brisas del Alto Telembi

Resolución 14159 del 23-dic-2014

78936,00

2014

Manos Amigas del Patía Grande

Resolución 1130 del 23-may-2000

66562,00

2000

Renacer Telembi

Resolución 1365 12-mar-2014

60000,00

2014

Unión Patía Viejo

Resolución 4915 del 29-dic-1998

41197,00

1998

Unión De Cuencas De Isagualpi

Resolución 2699 del 21-dic-2001

34268,00

2001

Fuente. Oficina de Alto Comisionado para la Paz (2021b)

Un ejemplo de Espacios de representación son los Consejos Comunitarios. La mayoría de los Consejos Comunitarios están organizados en pro de la conservación de los territorios naturales en sus comunidades. Investigando sus sitios web se puede observar que las prácticas a través de las cuales resisten son la organización de talleres comunitarios y educación para la conservación de las cuencas hídricas. También han organizado boletines e informes de las situaciones vividas como las dificultades de acceso a servicios de alimentación, acceso agua, salud, fuentes de empleo y riesgos por el conflicto armado. 

Otra forma donde se presentan los Espacios de Representación en Nariño son las Juntas de Acción Comunal establecidas por cada vereda (zona rural)5. Aquí se presenta una forma de organización en las comunidades campesinas rurales para la toma de decisiones en sus territorios, la realización de mingas en donde a través del trabajo comunitario y voluntario los campesinos se organizan para arreglar las vías cuando se presentan derrumbes, también se efectúan mingaspara la recolección de los productos agrícolas en tiempos de cosechas o mingas para participar en la construcción de espacios de encuentros como escuelas, canchas, eventos culturales. También a través de la Junta de Acción Comunal, los campesinos recolectan fondos económicos a través de festivales culturales para arreglar las vías y las líneas de acueductos y también para apoyar a las familias que por sucesos familiares no les es posible alimentarse. En estos espacios se comparten pensamientos, se expresa la creatividad y se unen lazos entre las familias campesinas.

A modo de conclusión

A través del artículo se intenta analizar cómo en un territorio se manifiestan espacios sociales representados y otros espacios donde surge una representación. Las representaciones del espacio se condensan en formas concebidas para atraer turistas como lo son los parques naturales, las artesanías y las festividades y por otra parte se refuerza a través de organizaciones sociales en pro de tener más dinero y poder, como son las minorías que controlan el narcotráfico. Los espacios de representación evocan discursos y formas de trabajo en contra de las fuerzas dominantes en formas locales y desde la vida cotidiana; en los espacios sociales también se encuentran las mayorías que trabajan en contra de la destrucción del medio ambiente, la lucha por la voz de la mujer, formas de trabajo solidario, que reclaman las dificultades como la falta acceso a la alimentación, agua, salud, fuentes de empleo y riesgos y amenazas por el conflicto armado. 

Nunca sabremos si el deseo de conquistar el espacio y la naturaleza es una manifestación de alguna pulsión humana universal o un producto específico de las pasiones de la clase capitalista; pero lo que se puede decir con certeza es que la conquista del espacio y el tiempo, junto con el ansia incesante de dominar la naturaleza, ocupan desde hace mucho tiempo el centro de la psique colectiva de las ciudades capitalistas (Harvey, 2012a:133)

Harvey (2012) señala que es una tendencia del mundo del capital llamado comprensión espaciotemporal, es un mundo donde el capital se mueve deprisa y trata de reducir distancias. Lo que denota el análisis espacial, a través de mapas del Departamento de Nariño, es que el dinero, los empleos, los medios de producción se centran cuanto más desarrollo vial, transporte, industrias de construcción y poder institucional, comercial y financiero existan.

Mientras exista una mayor producción en las ciudades mayor será el desequilibrio en la ruralidad. Campesinos, comunidades negras y comunidades indígenas buscarán otras formas de subsistir si no les es posible la producción agrícola, arremetiendo a vincularse como fuerza de trabajo en los cultivos ilícitos, llevando formas urbanas a la ruralidad como formas de turismo rural, ecoturismo o turismo comunitario.

La presencia de cultivos ilícitos en una región conlleva a que jornaleros-campesinos prefieran dirigirse hacia el trabajo informal o hacia los cultivos de coca porque su valor de pago es sumamente mayor que trabajar en el área rural. Si no existen personas que trabajen el campo (zonas agrarias) los cultivos se pierden, los alimentos escasean y se debe recurrir a la importación de productos. O bien, la otra solución sería vender, porque las condiciones tecnológicas para reemplazar la mano de obra campesina requieren de dinero, por ende, un campesino común no podría adquirir.

En este artículo además se pudo notar desde una visión geoespacial que el territorio de Nariño se encuentra establecido con mayor generación de economía en aquellos territorios que más cerca se encuentran al desarrollo de transporte, vías. También se pudo notar que los espacios naturales alrededor de las vías de transporte son las que más se ha buscado conservar, pues la misma población ha empezado a crear ganancias económicas a partir del turismo. Por otra parte, los lugares donde se encuentran los cultivos de coca son los territorios donde mayormente se presentan casos de violencia, desplazamientos y conflicto armado.

Finalmente, en medio del desarrollo económico que efectúa el capitalismo también se encuentran formas de resistencia. Estas voces de resistencia no son masivas como las que ofrecen los medios de comunicación, sino que se comparten en la vida cotidiana, a veces pasan desapercibidos a los ojos o la mentalidad ya condicionada. Los espacios de representación, espacios negativos se encuentran en espacios sociales reducidos, la cuestión está en saber identificarlos y poder reafirmar una mirada y un trabajo solidario y alternativo.

Notas

  1. El modelo explicativo de Marx sobre la “acumulación originaria”, presente en el primer volumen de El Capital, nos explica el análisis de la evolución del capitalismo desde la separación del campesino de sus medios de producción, en específico con el caso de Inglaterra entre los siglos XV y XIX, a través de utilización de formas violentas en el cercamiento de tierras comunales. Dicha acumulación originaria «no es el resultado del modelo de producción capitalista, sino su punto de partida» (Marx, [1975] 2009: 891). En este sentido Marx, además señala que es un «proceso histórico de escisión entre el productor y medios de producción” (Marx, [1975] 2009: 893).
  2. El término hegemonía según Gramsci alude “a la dominación que ejerce un grupo en toda la sociedad, es decir, la clase fundamental a nivel estructural dirige la sociedad por el consenso que obtiene gracias al control de la sociedad civil; la sociedad civil puede unirse en grupo hegemónico en busca de una conquista de la sociedad política (burguesa), además cabe señalar que este control se caracteriza por la difusión de su concepción del mundo entre los grupos sociales” (Portelli, 1977: 73).
  3. En los años 90 surge el concepto de economía creativa, y que según la Unesco es donde se toma la creatividad como motor de innovación y como forma de desarrollo de negocios de bienes y servicios, además de vincular el arte y la cultura en el mercado. Esta gran industria de la cultura y la economía creativa adicional a las grandes industrias de la comunicación, han llevado a la sociedad a una masificación de la información entre países se ven compartidos, por ejemplo, la música, el cine, los periódicos, redes sociales en formas de recreación o uso del tiempo libre forjando una cultura desenfrenada que no permite, en la mayoría de las veces, llevar a pensar a la sociedad crítica sino solo en replicar modas, consumo y entretenimiento.
  4. El Índice de Riegos de Victimización según el Plan Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas del Gobierno, propende en generar acciones para reducir el riesgo de violaciones de Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario para garantizar la no repetición de las acciones violentas.
  5. Las Juntas de Acción Comunal son una organización social-comunitaria, de carácter solidario, sin ánimo de lucro, compuesta por habitantes de zonas rurales, quienes se organizan (o juntan) para solucionar problemas de la comunidad.

Bibliografía

Agudelo, C. E. (2001), “El Pacífico colombiano: de remanso de paz a escenario estratégico del conflicto armado. Las transformaciones de la región y algunas respuestas de sus poblaciones frente a la violencia”, Cuadernos de Desarrollo Rural, No. 16 – 2001, 46, 7–37.

Andrade, Mariano (2009), “Poder, patrimonio y democracia”, Andamios, vol. 6, no. 12, pp. 11-40.

Arnaiz, S., Dachary, A., & Alvarado, J. (2005), “Desarrollo Rural y Turismo”, January 2005, 184. En http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/cucosta-udeg/20170512034415/pdf_1165.pdf [Consultado en 7/09/2020].

Bayardo, R. (2018), “Repensando la gestión cultural en Latinoamérica”, Praxis de la gestión cultural, Yáñez (Ed), Colombia: Editorial Universidad Nacional, p. 17-33.

Calleja, C., & González, A. (2016), “Mercantilización de la cultura en aras de ofrecer una experiencia turística estandarizada. Reflexiones desde el caso de Cozumel, México”, Revista Iberoamericana de Turismo- RITUR, Penedo, Vol. 6, Número Especial, p. 82-95, 2016.

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2018), Censo Nacional de Población y Vivienda. En https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/censo-nacional-de-poblacion-y-vivenda-2018 [Consultado en 7/09/2020].

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2019a), Exportaciones. En https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/comercio-internacional/exportaciones [Consultado en 10/09/2021].

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2019b), Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA). Porcentaje de producción para autoconsumo y venta, por sitio de venta y agente comprador del cultivo de uva, según región y departamento.

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2020a), Índice de Pobreza Multidimensional-IPM. Cálculos con base en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) 2018-2019. En https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/pobreza/2019/Boletin_Region_bt_pobreza_multidimensional_19_pacifica.pdf [Consultado en 10/09/2021].

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2020b), Perspectivas Territoriales de Desarrollo Socioeconómico Pasto, Nariño. En https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/planes-desarrollo-territorial/280120-Info-Regional-Pasto.pdf [Consultado en 7/09/2021].

Díaz Criollo, D. P. (2019), “Modelo de turismo cultural sostenible en la ciudad de Manizales”, Thesis: Universidad Nacional de Colombia.

Harley, John Brian (2005), La nueva naturaleza de los mapas: ensayos sobre la historia de la cartografía, (1. ed.), pp. 185-207, México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Harvey, David. (2012a). “El enigma del capital y las crisis del capitalismo”. pp. 119- 154. Madrid: Akal. Harvey, David. (2012), Espacios de esperanza. pp. 93-116, Madrid: Akal Ediciones.

Harvey, David (2012b), Espacios de esperanza, pp. 93-116. Madrid: Akal Ediciones.

Hobsbawm, Eric (2014), Historia del siglo XX, México, Editorial Planeta, (Crítica) [Cap. ix. Los años dorados y cap. x. La revolución social 1945-1990, pp. 260-321].

Instituto Geográfico Agustín Codazzi (s/f), Conjunto de datos vectoriales para elaboración de mapa en QGIS. En https://www.colombiaenmapas.gov.co/ [Consultado en 7/09/2021].

Lefebvre, Henri, ([1974] 2013), La Producción del espacio, Madrid: Capitán Swing.

Marx, K. (1975–2009), El capital, (Tomos I, Vols. 3), México: Siglo XXI

Ministerio de Comercio (2021), Perfiles económicos departamentales. En https://www.mincit.gov.co/CMSPages/GetFile.aspx?guid=77fb746e-a686-4ec8-9214-96935b191e8a [Consultado en 10/09/2021].

Ministerio de Medio Ambiente (2020), Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, celebra el Día Mundial de la Biodiversidad. En https://www.minambiente.gov.co/index.php/noticias/4317-colombia-el-segundo-pais-mas-biodiverso-del-mundo-celebra-el-dia-mundial-de-la-biodiversidad [Consultado en 10/09/2021].

Observatorio de Drogas de Colombia (2020), Oferta de cultivos ilícitos. En http://www.odc.gov.co/sidco/oferta/cultivos-ilicitos/departamento-municipio [Consultado el 09/09/2021].

Oficina del Alto Comisionado para la Paz (2021a), Víctimas por MAP y MUSE. En https://ergit.presidencia.gov.co/arcpre/apps/opsdashboard/index.html#/d0d6d3d731c04152b91108d220095b8c [Consultado en 06/09/2021].

Oficina de Alto Comisionado para la Paz (2021b), Listado de Consejos Comunitarios. En https://ergit.presidencia.gov.co/visores/Resguardos_Indigenas_SN/# [Consultado en 8/09/2021].

Pérez Correa, E. (1998), “Una visión del desarrollo rural en Colombia- espacio”, Una visión del desarrollo rural en Colombia, 41, 7–20.

Portelli, Hugues (1977), Gramsci y el bloque histórico, 4ª edición, Siglo xxi Editores, México [Cap. iii. Hegemonía y bloque histórico, pp. 65-91].

Ric, Irwing. (2020), La hegemonía y el espacio dominante. En Espacios negativos: praxis y antipraxis (Primera edición., pp. 21-42). CDMX, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras: Akal.

Ríos Sierra, J. (2020), La(s) geografía(s) de la violencia guerrillera en Colombia 2012-2020. En http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/10bf84de-5470-401d-baf6-3342a75b11a0/DT11-2020-Rios-geografias-de-la-violencia-guerrillera-en-Colombia-2012-2020.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=10bf84de-5470-401d-baf6-3342a75b11a0 [Consultado en 10/09/2021].

Saracho, Federico (2020), El espacio negativo. En Espacios negativos: praxis y antipraxis (Primera edición., pp. 103-128), CDMX, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras: Akal.

Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas (2020), Índice de Riesgos de Victimización. En https://vgv.unidadvictimas.gov.co/irv/ [Consultado en 10/08/2021].

Viloria de la Hoz, J. (2007), Economía del Departamento de Nariño: ruralidad y aislamiento geográfico. En https://doi.org/10.32468/DTSERU.87 [Consultado en 10/08/2021].

 

¿Deseas contribuir a que MINGA tenga continuidad?

Ayúdanos a que MINGA pueda tener continuidad. Las donaciones son canalizadas por CITAL para la gestión de tareas técnicas del proceso editorial (diseño, programación y desarrollo de web, hosting del sitio, membresía, otros). Con tu cooperación podremos seguir produciendo y divulgando ciencia, arte y militancia libres y comprometidas con América Latina.

es_ESSpanish